Señor, ¿hoy qué quieres hacer con mi corazón?
Señor, ¿hoy qué quieres hacer con mi corazón?
Llevo varios días con el deseo de escribir y, en medio de la misa, resonó en mi interior esa pregunta que tantas veces me hago: “Señor, ¿hoy qué quieres hacer con mi corazón?”
Más que una frase bonita, esta pregunta es un acto de abandono y de confianza. Porque implica reconocer que el Señor transforma de maneras que quizá no comprendemos del todo, pero que siempre buscan nuestro bien. Para mí, es dejarme sorprender por Él.
Y, siendo honesta, no siempre es fácil. ¡Cuántas veces nos cuesta soltar el control! Vivimos pendientes de todo, queriendo tener las riendas en nuestras manos, y en ese afán dejamos de asombrarnos y maravillarnos de los regalos que Dios nos da día a día.
A veces caemos en ese frío del alma en el que no sabemos ni cómo regresar a casa. Pero basta con abrirle la puerta al Señor y dejar que entre en nuestro corazón. Él renueva, Él restaura, Él nos regala ese encuentro que tanto anhela nuestra alma. Porque si pensamos que en la vida solo tenemos un gran encuentro con Dios, estamos equivocados: todos los días estamos llamados a vivir múltiples encuentros y pequeñas conversiones que nos hacen caminar de nuevo hacia Él.
Últimamente he comprendido que nada es casualidad, que todo es gracia y que la creatividad de Dios no tiene límites. Por eso hoy quiero invitarte a hacer una pausa y preguntarle:
“Señor, ¿hoy qué quieres hacer con mi corazón? ¿Cómo quieres que te ame?”
Y después, dejarte sorprender con su respuesta.
No necesitamos saberlo todo ni tener claridad en cada paso; lo que sí necesitamos es un corazón abierto y dispuesto a renovarse constantemente en ese encuentro de amor.
Porque a veces dejamos que el invierno del alma se vuelva permanente, cuando en realidad debería ser como en la vida: temporal, para dar paso a la primavera que calienta el corazón y nos llena de esperanza.
Déjate encontrar por el Señor, entrégale tu corazón una vez más y atrévete a ir mar adentro de su mano… para enamorarte cada día más de Él.


