Cuaresma: tiempo para preparar el corazón y caminar con Jesús.
Cada año, la Cuaresma llega como ese recordatorio de Dios para volver al centro, volver a Él. Es un tiempo que no solo se trata de ayunar o hacer sacrificios, sino de mirar hacia adentro y preparar el corazón para vivir la Pascua.
Entre el ruido del mundo, el trabajo, las redes sociales y nuestras preocupaciones, Dios nos invita a hacer silencio y recogernos.
Así como Jesús se fue al desierto 40 días para encontrarse con el Padre, la Cuaresma es ese “desierto” que nos ayuda a escuchar la voz de Dios en medio de todo lo que vivimos.
¿Qué tanto espacio tiene Dios en tu vida hoy?
Cuaresma también es caminar con Jesús hacia la Cruz. No solo recordar su sufrimiento, sino aprender a unir nuestras cruces a las suyas.
Acompañarlo significa no huir de las dificultades, sino pedirle fuerza y caminar a su lado.
“Señor, quiero caminar contigo, aun cuando me cueste.”
No se trata solo de dejar el chocolate o el celular, sino de revisar el corazón:
• ¿A quién necesito perdonar?
• ¿Qué heridas necesito presentar a Dios?
• ¿Qué actitudes me alejan de Él?
La Palabra dice: “Rasguen su corazón y no sus vestidos; vuelvan al Señor, su Dios, porque Él es bondadoso y compasivo” (Joel 2, 13).
Lo más hermoso de este tiempo es saber que Dios no se cansa de esperarnos.
No importa cuántas veces nos hayamos alejado, su amor permanece fiel.
La Cuaresma es la oportunidad de volver al abrazo del Padre.
Recordemos que este camino de 40 días nos prepara para la alegría de la Resurrección.
Cada oración, cada esfuerzo, cada paso hacia Dios, nos lleva a celebrar la Vida que Jesús ganó para nosotros.
Te invito a vivir esta Cuaresma desde el corazón, acompañando a Jesús y dejándote amar por Él.
¿Te animas a caminar juntos este tiempo?