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Categoría: Adviento

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Adviento

Un Belén en cada corazón

Desde niña he pensado que el tiempo de adviento y navidad son una época llena de gozo para todos, incluso sin profundizar en el verdadero sentido de la navidad. Desde muy pequeña me emocionaban estas fechas, sin embargo conforme fui creciendo fui escuchando comentarios como “no me gusta la navidad” “se perdió la magia” “son épocas difíciles y tristes” y un sinfín de comentarios que año con año se repiten….
Si lo vemos por el lado humano, puede ser todo eso que se dice en algunas ocasiones, pero si vamos mar a dentro a ver lo que realmente significa esta época nuestro corazón se puede sorprender y sobretodo dejar envolver por el verdadero significado de estas fechas.
Deja que Jesús venga a ensanchar ese corazón que está sediento de amor, que ese sea el mayor regalo.
Más allá de las reuniones y los regalos es un momento para ser don y acoger a Jesús, recibirlo en cada uno de nuestros corazones, vivir de cara a su nacimiento con la certeza e ilusión que viene a quedarse con cada uno de nosotros. Porque viene a redimirnos por amor, es el inicio de nuestra historia de SALVACIÓN.
Quizá podamos caer en la tentación de vivir alguna de esas frases que nos desaniman y pueden ser desesperanza para los corazones sin embargo Dios al regalarnos la libertad nos invita a elegir vivir un adviento y una navidad de cara a la fe y al amor. Siendo testigos y partícipes de uno de los mayores milagros….
Estos días previos son una invitación a no solo preparar los regalos y la cena sino a preparar nuestro corazón para su llegada, a dejarnos envolver por la llegada de ese bebito precioso a nuestras vidas.
Es un día en el que Dios pone un Belen en cada alma.
Pensó en cada detalle, no se le escapa nada y esta navidad nos lo quiere recordar. Abramos nuestro corazón de par a par para recibir al Rey de Reyes….
Ese es el regalo más grande que podemos hacer

MDD
Adviento

¡Es tiempo de regalos!

¡Ya es Adviento! ¡Es tiempo de desempolvar el pino, de limpiar las figuritas del Nacimiento y empezar a prepararnos para recibir el nacimiento del Niño Jesús! ¡Qué alegría! Qué rápido pasa el tiempo (y más cuando estamos en pandemia). El Adviento ya empieza y talvez estás igual que yo que apenas estás poniendo el pino de Navidad y el Nacimiento.

La Navidad está a poco menos de un mes y Jesús quiere nacer, así como en Belén, en cada uno de nuestros corazones. Pero nuestro corazón puede estar lleno de tantas cosas que impiden que el Niño Jesús descanse. Te invito a preguntarte: ¿cómo está tu corazón?

Independientemente de cómo esté, todos necesitamos conversión, siempre. La Cuaresma normalmente la vivimos como sacrificio, penitencia y reparación por nuestros pecados, y el Adviento lo vivimos como generosidad, como ayudar al de a lado, acompañar al necesitado, darle cobijas al que tiene frío, entre otros actos de amor. Ambas (la penitencia y la generosidad) nos hacen amar mejor, nos purifican el corazón.

El corazón se hace más capaz de recibir, conforme más dá

Siguiendo esta reflexión de la generosidad, específicamente la Navidad es característica de una época de dar y recibir regalos. A algunos les traen regalos los Reyes Magos, a otros el Niño Jesús, algunos otros Santa, o incluso algún intercambio entre la familia y los seres queridos. Cuando recibimos regalos, nos sentimos amados por la persona que se tomó el tiempo de darnos algo, y más todavía, cuando nos regala algo que de verdad nos gusta. Por eso es que quiero invitarte en este Adviento a preparar tu corazón dando regalos al Niño Jesús todos los días, para poder recibirlo con un corazón más lleno. Estos regalos a veces serán directamente para el Niño Jesús y otras veces serán para otra persona, pero sabemos que al amar a nuestro prójimo, amamos al Señor (cf. Mt 25, 40). Además, ¡qué alegría se siente cuando ves a alguien feliz por el regalo que le has dado! En este Adviento en la Meditación del Día te estaremos compartiendo algunas ideas de regalos que podrás darle al Niño Jesús cada día. Pequeños regalos que nos ayudarán a parecernos más a Jesús y poder recibirlo con brazos abiertos. Por eso, te invitamos a escuchar la Meditación del Día, para dedicar unos minutos a escuchar el mensaje que Dios tiene para nosotros y puedas darle un regalo cada día. Imagina que cuando llegues a Navidad, no habrás puesto 1 ó 2 regalos abajo del pino, si no que tendrás un pino lleno de regalos, con 25 regalos para el Niño Jesús. ¡Cuán alegre estará de ver lo mucho que lo quieres!

Esperemos que disfrutes este camino que hemos preparado con mucho cariño para ti y que puedas llegar a la Navidad con el corazón desbordando de amor por el Niño Jesús.